26 de enero de 2015

Paula

Mi nombre es la jaula donde me encierro.
Se encierran todas las yo que son una
como la luz difractada que sale
de un prisma y todos sus pasados.
Mi nombre es la jaula donde nos encerramos.


Mi nombre es un vaso de agua
flotando todos mis nuncas.
Es por eso que busco el accidente
en el trazado la curva
donde la mujer y la línea descarriadas.

Mi nombre es el título de una vida
que otros construyen desde lejos
con prejuicio cemento y ladrillos mentira.
La secuencia de sonidos articulados
contraseña que echa la llave
de los que solo escuchan.
El garabato cojo que leen
los que solo miran la carne de las sílabas.

No soy invisible pero soy obstáculo.
Aquí dentro los espejos me obligan a verme desnuda
y mi cuerpo es el silencio que vendo
a cambio de más secretos tatuados allí donde no se ven 
de tanto que los buscan.

Impide la vista anticipada
de las flechas de intenciones
el material opaco con que está construido
el edificio de esta mi jaula.
Estoy encerrada en mi nombre:
(Paula)