29 de septiembre de 2015

A mí el agua

A mí el agua.
Elijo las piedras para cruzar el río.

No quiero el puente
que arriba lejos solo roza el aire
y se pierde la caricia de los peces.
Yo atravesar el agua tocando el agua,
la seguridad de en la tierra los pies fríos.

No quiero el puente
por el vértigo del musgo,
la mirada eterna del miedo asomado.
Elijo el reflejo cerca
palpable el movimiento
cerca el sonido.

A mí el agua.
La brazada limpia
abrazando la corriente.
No quiero el puente
por si el suicidio.

6 de septiembre de 2015

yo no soy en esta casa

la almohada recoge los nombres
todos mis nombres menos el mío
cuando el colchón tantea el cuerpo
el objeto extraño que es mi cuerpo
la talla el peso la entrega cuándo

suenan manzanas cayendo
cayendo el paraíso de Adán
y yo no soy Eva pero la culpa
la culpa siempre de la serpiente

13 de junio de 2015

Nos encontrarán.

Nos encontrarán siendo parte del lienzo que el sol besa, faltándonos piel que reciba toda su pintura. Nos encontrarán descosidos, retales de una tela que retó al aire y ganó el viento. Zapatos rotos, párpados de piedra, vacío el acordeón de las costillas. Nos encontrarán y no podrán decir que fracasamos. Perdimos, sí, pero el intento quedará grabado en la firma de las zarzamoras en nuestros muslos. Nos encontrarán quietos, es decir, tarde. No sabrán dónde termina la tierra y dónde empieza la carne, allí donde perdimos la verticalidad por el cansancio de la huida.

26 de marzo de 2015

Melífera

Delante de ti guirnaldas y luces,
delante de ti detrás de la barrera.
Choca la abeja contra el cristal
de una ventana.
Entraste tú sola,
por qué ahora no sabes
el camino de vuelta.
La lucha es en cada golpe
arrancarse un trozo de ala.
Por qué saliste, reina mártir,
del abrigo de miel de la colmena
donde madre de todos
y bañera de ámbar,
jalea en la boca.

9 de febrero de 2015

(había nosotros)



                                                                                               J.
Aprender lo invisible
como estudiar la física del viento.

Lo invisible del secreto
reciente a escasos centímetros
compartiendo al agua con el cuerpo.

Se cose aire al pulmón maquillado por el vicio
en cada bocanada despedida que precede al hundimiento,
espera abajo acurrucado en la apnea y
luego emerge con las olas de esfuerzo.
El esfuerzo. En el hombro del hombre
el dolor se hace denso.

Existe la convicción del alcance posible
si se mueven los músculos correctos
y la convección, herramienta de Hermes,
hace llegar el mensaje de sernos.

Conocer lo invisible
por sus efectos:
el eco es porque el aire pesa.

26 de enero de 2015

Paula

Mi nombre es la jaula donde me encierro.
Se encierran todas las yo que son una
como la luz difractada que sale
de un prisma y todos sus pasados.
Mi nombre es la jaula donde nos encerramos.


Mi nombre es un vaso de agua
flotando todos mis nuncas.
Es por eso que busco el accidente
en el trazado la curva
donde la mujer y la línea descarriadas.

Mi nombre es el título de una vida
que otros construyen desde lejos
con prejuicio cemento y ladrillos mentira.
La secuencia de sonidos articulados
contraseña que echa la llave
de los que solo escuchan.
El garabato cojo que leen
los que solo miran la carne de las sílabas.

No soy invisible pero soy obstáculo.
Aquí dentro los espejos me obligan a verme desnuda
y mi cuerpo es el silencio que vendo
a cambio de más secretos tatuados allí donde no se ven 
de tanto que los buscan.

Impide la vista anticipada
de las flechas de intenciones
el material opaco con que está construido
el edificio de esta mi jaula.
Estoy encerrada en mi nombre:
(Paula)