14 de octubre de 2014

Equilibrio

Hay tardes que prefiero lo tranquilo
la cápsula del tiempo de mi cuarto
mi cuerpo alcanza un equilibrio
con el entorno estable y termodinámico.
Pienso praderas y mis sombras asoman con remilgo
tras paredes de abedules y amarantos
pero en ese estado latente y latiente sosegado
efervesce quizá una duda, en lo hermético
una grieta que permite el intercambio.
Rota la homeostasis se desboca el domingo
escalera arriba hasta la nube del caos.
Entonces pasa un tren como un demiurgo
la fuerza ordenadora detergente en remolino
y vuelve límite el suelo, vuelvo en blanco
con mas cemento que al comienzo pero menos ladrillo.

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